24 diciembre 2009

Navidad

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Al contrario que amigos míos como David, no considero la navidad como falsedad (con todo el respeto hacia él).

Quizás porque soy cristiano, o porque veo a mi familia o simplemente porque tengo vacaciones y hace frío (que me gusta mucho más que el calor), me gusta esta época del año, en la que me paro pensar, en la que dedico un poco de mi tiempo a no caer en esa falsedad de la que habla David y mucha más gente.

Me gusta porque siento melancolía por aquellas personas que murieron, y después de muertas recuerdo todo lo bello de ellas. Me gusta porque dedico a estar más tiempo con los que no han muerto y a veces hablo con ellos de los que si lo hicieron.

Me gusta porque más que nunca pienso en aquella persona que está pasando frío, hambre y soledad. La noche de navidad no salgo de fiesta, me quedo en casa y pienso, de hecho me alegro de poder pensar, es uno de los pocos días que dedico a pensar en los demás, o mejor dicho en mi relación con los demás.

Y entonces hay gente que me dice: "si es que tendría que ser todos los días Navidad". Pues no, a mí no me gustaría que todos los días fueran Navidad porque si así fuera no apreciaría lo bueno de estos días. Personalmente, dedico casi todo el resto del año a actuar, a hacer que cuando lleguen estas fechas, cada año haya menos hambrientos y solitarios y me pueda decir, en esa noche de pensar:"Lorenzo, lo pudiste hacer un poquito mejor. Vuelve a nacer, a reinventarte"

Y ese nacer es la navidad. ¿qué para mí es el nacimiento del hijo de Dios? pues sí, pero para los que celebran el solsticio es la victoria de la luz sobre las tinieblas (que para el caso, desde un punto de vista filosófico es lo mismo).

Así que lo importante no es celebrar o no la navidad, es el cómo se celebra. Llamar falsedad a la navidad es darle la razón a aquellos que se apropiaron de este momento y lo tergiversaron para hacerlo suyo (véase las distintas iglesias o el capitalismo), llamar falsedad a la navidad es decir que siguen ganando las tinieblas a luz, y eso, sencilla y llanamente, no es cierto, o al menos me niego a creerlo.

Por todo esto, y aunque resulte muy conservador, poco "progre", pro iglesia o incluso capitalista.... Feliz Navidad a todos y a todas.

3 comentarios :

dAv!d dijo...

Lorenzo, llamar falsedad a la navidad no es más que ser realista.
Para los cristianos, por celebrar un nacimiento que la historia y la mayor parte de religiones han demostrado y reconocido que no fue en tal fecha.
Para los no cristianos, que se ponen a cantar villancicos, ponen un belén o van a misa de gallo acompañando a la familia, están falseando su creencia.
Para mucha gente que no puede ni tragarse con algún miembro de su familia o del trabajo, las cenas de empresa y las diferentes comilonas familiares son, muchas veces un ejercicio de simular un cariño y simpatía que no se siente.
Para la gran parte de las poblaciones del mundo, todo es falsa felicidad, como si los niños ya no murieran de hambre porque todos tienen sus juguetes y están con sus familias. Como si no hubiera guerras ni compatriotas matando afganos porque el muérdago reina en las puertas de las casas de nuestros vecinos.
En lo económico, en muchos casos, también toca falsear la realidad en nuestras mentes para afrontar todos los gastos extras que nos surjen sin demasiado dolor de cabeza, que ya llegará Enero.
Y qué decir de tradiciones como los reyes magos o papa noel. En algunos casos la primera mentira que se le dice a un niño en su vida, y por parte de quienes supuestamente tienen que velar por sus valores, su educación... sus padres.
Sí, tendrá muchas cosas buenas y bonitas, mucha reflexión, mucho compartir, y por ello la disfrutamos pero volverle la cara al cúmulo de falsedades que en la mayor parte de los casos supone, me parece una postura que levanta demasiado los pies de la tierra.

Que pases unos bonitos y felices días con tu gente.

lorenzo meler dijo...

David, ahora mismo me encuentro en mi piso rodeado de .... nada, ni de nadie, hasta que llegue esta tarde y me vaya a casa de mi padre a cocinar con mi hermana una cena donde vendrán mis sobrinas y demás familia.

En el realismo no sólo hay fatalismo, en el realismo también hay amor y esperanza, y en muchas ocasiones a los luchadores nos falta recordarlo y vivirlo.

Está bien que hayas dado un repaso a lo que sucede en el mundo, a todas las desgracias e injusticias que hemos creado desde aquí, justamente desde los que celebramos la navidad. Y precisamente es esto lo que decía en mí post, lo que acabas de hacer, reflexionar.

Pasa tú también unos buenos días.

dAv!d dijo...

Nota de Jóvenes Verdes (y si no estás de acuerdo es porque eres un "viejo verde"):

JV apuesta por unas Navidades Verdes
Llegan las navidades y el consumo se dispara: más plásticos, más energía, más residuos, más
publicidad (engañosa) y más felicidad de cartón que nunca. La Navidad se ha convertido en la
máxima expresión de un estilo de vida insostenible ambiental, social y económicamente; y la
sociedad en la que vivimos, se transforma en estas fechas en una sociedad hiperconsumista, en la
que nos hacen creer que todo se compra: compramos amor, consumimos bondad, gastamos
generosidad, pagamos afecto y, en definitiva, convertimos la felicidad en plástico envuelta con
papel de regalo.
Por todo ello, desde Jóvenes Verdes, relanzamos la campaña por unas «Navidades Verdes», para
que fechas tan simbólicas no se conviertan en el pretexto para justificar y fomentar las
desigualdades sociales y ecológicas mediante la promoción de un comercio injusto. No hay que
olvidar tampoco que en Navidad se llegan a alcanzar unos porcentajes elevados de abandonos de
animales de compañía, se originan el doble de desechos por persona que habitualmente, y se siguen
comprando juguetes y videojuegos que promueven el sexismo, el belicismo, las actitudes agresivas
y la discriminación.
Cada año, la publicidad nos recuerda una y otra vez que si no consumimos, no disfrutamos. Pero
nos debemos preguntar, ¿realmente somos más felices cuanto más consumimos? Numerosos son los
estudios que demuestran que el crecimiento económico y el aumento del consumo material, no
mejoran nuestra calidad de vida, no repercute en un mayor grado de satisfacción. Por tanto, ¿por
qué seguimos alimentando este modelo productivista de la sociedad?, ¿por qué nos dejamos engañar
de esta manera tan superficial?, ¿por qué agredimos así a nuestro planeta?
Ahora más que nunca, cuando empiezan poco a poco a hacerse patentes las consecuencias del
cambio climático, debemos actuar para terminar con este patrón consumista y aprender a diferenciar
entre necesidades reales y superfluas. Una opción acertada sería limitar y transformar nuestro
consumo. Y la exención de regalo que desde Jóvenes Verdes proponemos puede ser un medio para
conseguir este fin.
Al igual que el año pasado, estas Navidades Jóvenes Verdes volverá a salir a la calle para animar a
la gente a eximirse del típico regalo navideño, y reclamar en su lugar un obsequio preferiblemente
no-material, basado en lo afectivo y en la importancia de compartir el tiempo y disfrutar de los
pequeños momentos junto a los seres más queridos. Pero, si a pesar de todo, aun se quiere seguir
regalando algo material, recomendamos que sea un regalo responsable que cumpla con los criterios
ecológicos y sociales de su producción. Una buena opción son los regalos de comercio justo, los
regalos hechos por uno mismo o productos que fomenten el comercio local y de pequeña escala.
Más información:
Murta Blasco, Coordinadora de Jóvenes Verdes
murta@jovenesverdes.org 687 01 32 00
Verónica Juzgado, Coordinadora de Jóvenes Verdes
Veronica@jovenesverdes.org 653 56 84 33
Sobre Jóvenes Verdes:
Jóvenes Verdes es una asociación juvenil ecologista, autónoma e independiente, que defiende la ecología política y
social y su juventud.
www.jovenesverdes.org