06 diciembre 2010

Paren el muindo que me bajo

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Esta es otra de las ingeniosas frases de Groucho Marx, seguramente para criticar la sociedad en la que vivió (que sin duda ha debido empeorar un poquito desde que la dijo).

Bien podría haber puesto esta frase ayer domingo y dejarlo ahí, y que la gente pensara en ello un poquito, pero es que es precisamente eso lo que ocurre, no hay tiempo ni para pensar.

Estamos tan enrunados de actividades que ya no hay tiempo para pensar, para deleitarse con unos segundos de meditación. Hace días que no escribo, y es que no puedo. Recapacitar sobre lo que sucede en mi ciudad, en Aragón, España o en la sociedad en general es un privilegio que no me puedo permitir... entonces, ¿qué hago?, ¿actuar como un autómata?, pues esto es casi lo que estaba haciendo hasta ahora.

Cuando en una conversación con los amigos hablábamos el sábado sobre el problema de los controladores aéreos lo único que se nos ocurría era decir: "estos tíos a la cárcel", "es como si los médicos se pusieran todos de huelga" y comentarios como estos. Comentarios fáciles, sencillos y que provienen de un sentimiento de rabia porque un grupo de personas son unos egoístas y además ese egoísmo ha puesto en jaque a todo un país (600.000 personas) y un estado. Lo peor de todo, es que de todos los amigos ninguno dijo nada más, no fuimos capaces de superar estos comentarios, ahí se quedó la conversación, dándole vueltas a nuestro odio hace un grupo de personas y alabando lo emocionante de que el ejército hiciera lo que hizo.

En definitiva, ni análisis de causas, ni de consecuencias, ni nada. Lo haremos más adelante, mejor dicho, nos lo harán por nosotros, leeremos un artículo de opinión en el periódico, escucharemos a los tertulianos y por supuesto haremos más caso a Belén Esteban. Y esto lo haremos nuestro y sentiremos que ya hemos reflexionado sobre el tema, que estamos en posesión de la verdad.

Nuestro cerebro está enquistado por no ejercitarlo. Repetimos como monos lo que escuchamos o leemos y no generamos nuestros propios pensamientos, decisiones u opiniones. Posiblemente esto suceda porque no tenemos tiempo, tenemos que trabajar, consumir, cuidar a nuestros hijos, ver la tele, jugar a la consola, leer opiniones, escuchar a Belén Esteban, consumir, estudiar, divertirse,... ¿y pensar? por Dios, ¡¡que pare el mundo que yo me bajo!!.

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