23 febrero 2012

Con derecho a...

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Sé que tengo derecho a la huelga, a la manifestación, a protestar sobre lo que creo que es injusto. No sólo me siento con ese derecho sino con el deber de hacerlo para conseguir un mundo mejor.

Pero aquí se me plantea una duda que parte de la siguiente reflexión: si diez millones y medio de personas han votado al PP, creo yo que sabiendo lo que este gobierno iba a hacer, porque aunque en campaña no lo dijeran, como mucho habrán engañado al medio millón ese que me sobra. ¿Es lícito protestar enérgicamente, difamando e insultando,...? El PP tiene mayoría absoluta, mucha gente que es contraria a este partido no ahorra energías en intentar compararle con algún ente maligno contra el que hay que luchar, porque está al servicio de las empresas y no del trabajador, del rico y no del desfavorecido. Diez millones y medio de personas deciden en nuestro país que es esto lo que quieren, no creo que sean ciegos, ni se sientan engañados, estoy seguro de que no se sienten engañados... así que el problema dónde está.

El problema no es político (siempre he alabado al PP por su honestidad, no como otros; la gente que les vota sabe lo que hay), no es un problema laboral, ni de la educación, ni siquiera de la economía. Tengo claro que es un problema social, de falta de solidaridad, de implicación social, de consumo, de comunidad,...

Las personas que vemos lo negativo de lo que está haciendo el PP (no sé si hay lado positivo), pretendemos conseguir un cambio rápido, no podemos esperar a mañana a los cambios ya que el sufrimiento de las personas es cada vez más evidente, por eso buscamos a quién atacar, buscamos a culpables, responsables a los que destituir porque con eso creemos que habremos solucionado el problema. ¿Qué hacemos para lograr este objetivo? Luis Gállego, concejal de CHA en el municipio de Huesca nos muestra un claro ejemplo de lo que estamos haciendo en la última entrada de su blog. Huelgas, ayunos, manifestaciones, concentraciones, manifiestos,...

Ayer el trending topic de twitter fue #primaveravalenciana, la diferencia es que en el mundo árabe hay/había un dictador al que derrocar, y aquí... ¿a un gobierno que votaron diez millones y medio de personas?

Y esta es mi duda, qué derecho tengo a derrocar a un gobierno democrático. Creo que ninguno, así que me queda el ejercer otros tipos de derechos, el derecho a soñar como decía Galeano, el derecho a decir lo que pienso,... y sobre todo el derecho a transformar mi sociedad.

2 comentarios :

Luis dijo...

Necesitamos esa cerveza que tenemos pendiente para no hacer el canelo escribiéndonos en los blogs :)
Qué poco originales somos si desde el S.XIX no hemos sabido idear otra forma de presión. Por qué tenemos soluciones, propuestas, alternativas en materias como el medio ambiente, la economía, la educación,....y no conseguimos idear nada para luchar desde lo laboral? Es para hacer una profunda reflexión, eso si, con una cervecita.

lorenzo meler dijo...

Propuestas en temas laborales si que las hay, y muy interesantes. El problema, como tú dices, es que no se encuentra la forma de transmitirlas.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en que hay que tomar cervecita para solucionar esto, jejeje