21 marzo 2012

Otro tipo de huelga por favor

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Mi cabeza no para de darle vueltas a si debo hacer huelga el día 29 o no. Me levanto por la mañana y estoy convencido de que debo de hacer huelga, que no me queda otra después de ver todo lo que está haciendo el gobierno, y que si al día siguiente sale en los periódicos que sólo un 5% ha secundado la huelga no sea por mi culpa.

Así que este sentimiento de culpabilidad y rabia, se van entremezclando durante el día con el de impotencia e inutilidad. Si hacemos huelga al gobierno lo mismo le va a dar, incluso creo que le vendrá bien que todos su funcionarios faltemos un día al trabajo, ¿cuánto puede llegar a ahorrarse?, pues millones de euros, que le vendrán muy bien para financiar esta campaña de austeridad. Además, la huelga se convoca por una reforma laboral, pero nada se hará si hay una reforma educativa sangrante. El gobierno tiene un aval de la mayoría absoluta, de una Europa que cada día nos exige más y de un sistema capitalista que ve con buenos ojos como nos encaminamos a la privatización de todos los servicios sociales. Y por lo tanto lo mismo le dará cuánta gente salga a la calle. A todo esto se le suma mi animadversión hacia los sindicatos mayoritarios, que no fueron capaces de hacerle una huelga a Zapatero (el señor Germán Sanroman ha tenido a bien corregir este fallo, ya que SÍ que hicieron "huelga general" al gobierno de ZP), porque le tenían miedo al que está ahora, ¿o es que nos hemos olvidado que Zapatero abrió la veda de unos recortes que hoy se hacen se han agrabado?

Por lo tanto, me levanto convencido de una cosa y cuando me estoy poniendo el pijama estoy convencido de lo otro. Sin embargo, creo que he encontrado una solución (no lo he hecho yo solo, que me ha ayudado un amigo con el que voy a trabajar), a raiz de lo que van a hacer los diputados de la izquierda plural, que hacen huelga, pero por alguna extraña razón les pagan. Ese día iré a trabajar, pero no haré nada, me sentaré en mi mesa de profesor, me quedaré en la sala de profesores o les explicaré a mis alumnos que es esto de la huelga general, por qué se hace, los derechos que tenemos, etc, puede que me quede en la puerta del centro o me ponga a charrar sobre esta huelga con las conserjes, lo que sea con tal de que papá estado no recaude el dinero de ese día. Luego calcularé cuanto dinero me hubiera quitado el estado (creo que ronda los 100€) y los donaré a una organización. Está claro que me pueden abrir un expediente por esto, no me cabe la menor duda, pero es que un acto de desobediencia civil sin repercusiones personales no lo concivo.

Sé que este tipo de huelga quizás sólo valga para mi sector y pocos más, así que cada sector debería pensar una forma más inteligente de protestar

Yo no provengo del mundo obrero, por eso me baso mucho en las posiciones que tienen algunos amigos míos que sí que saben del tema. Las repercusiones de la reforma laboral la saben muy bien la gente de los sindicatos, pero me parece que no se han parado a pensar en las formas de protestar. Seguimos anclados en esquemas decimonónicos como las huelgas y las manifestaciones con pancartas. Sé que se pueden sacar muchos fallos de mi reflexión, pero lo que verdaderamente intento es dinamizar e investigar otras formas de protesta, y también, por supuesto, acabar con esta disonancia cognitiva. Si alguien puede ayudarme a mejorar esta propuesta...

8 comentarios :

Anónimo dijo...

Exagerando sería como el ir o no a una manifestación convocada por el opus dei, aunque se esté de acuerdo en el objeto de la manifestación y en la convicción de que en casa no se puede uno quedar con la que está cayendo... Vaya lío no? Y es que hace tiempo que ver en una manifestación en contra del poder al poder mismo, a parte del engranaje del sistema es cuando menos chocante. Una fuerza laboral independiente, que no dependiera económicamente de la monarquía, no haría una huelga general. Llevaría 1 mes de huelga. O quizás no hubieramos llegado a donde hemos llegado. Quizás sea parte del teatro, recordemos que el primero en anunciar la huelga fue el propio Rajoy. Me parece bien que les cuentes a los chavales que es una huelga general de verdad, en ellos está el futuro. Creo que es una buena decisión y posiblemente hoy en día la más radical: educar. Saludos.

ElHerbolario dijo...

Otra opción: la huelga de celo, es decir: cumplimiento estricto de la normativa laboral, de salud e higiene y con rigurosa aplicación de las disposiciones de los convenios laborales, causando una paralización de la actividad empresarial como consecuencia de dicho comportamiento. Un ejemplo: niño que hable, parte, si habla en toda la mañana 5 veces: 5 partes, implica expulsión, si grita por el pasillo: expediente y asi todo...a colapsar educación! etc...

ElHerbolario dijo...

He intentado comentar en el blog de Germán, y mi configuración no me ha dejado, así, que si Germán lee el comentario, que sepa que lo iba a escribir en su artículo: la huelga general a Zapatero llegó 4 años tarde (esa época en la que
se hablaba de "recesión económica" para evitar hablar de crisis). Realmente a mi modo de pensar, la huelga que le hicieron a ZP fue un lavado de cara de los sindicatos.

Anónimo dijo...

Me gusta tu reflexión Lorenzo, yo tampoco dejo de darle vueltas a qué hacer y voy llegando a las mismas razones que tú para hacerla o no hacerla. Pero tu idea me parece la mejor. Yo ya les he explicado a mis alumnos qué es una huelga general y con algún grupo ha salido un debate bastante interesante. Ese día estaría bien venir a trabajar y donar el dinero que nos hubieran quitado a alguna organización. Apoyo tu causa.

Anónimo dijo...

A la mierda la huelga, es necesaria, nadie en este pais es despedido con 45 días salvo en las grandes empresas donde habitan los chorizos de los sindicalistas(abolirlos sera una gran ley).
En cuanto al dia de la huelga, ir a trabajar es primordial, en cuanto a la desobediencia civil, mejor vería huelga a la aragonesa, qeu los zagales sepan quien fue Ramiro el monje, y el resto podrias hacer huelga a la japonesa(sí sí los funcionarios)

Levelei

lorenzo meler dijo...

Anónimo1: me animan tus palabras para difundir este posicionamiento que, al contrario de lo que muchos me dicen, no es nada cómodo para mí, ya que tendré que ir a mi directora y decirle que estoy ahí pero no voy a hacer nada, o entraré a dar clase de democracia y servicios sociales.

ElHerbolario: La huelga de celo no la contemplo porque no pienso perjudicar a mis alumnos. Aunque la idea es genial, creo que sería contraproducente porque no es justo para ellos y además se vería mal desde fuera.

Anónimo 2: Pues venga, que ya empezamos a ser más, pero una cosa está clara, es un acto de desobediencia civil, y por tanto no estamos cumpliendo con nuestro deber, y lo mejor de todo es que lo gritamos a los cuatro vientos para que se sepa.

Anónimo 3: no tengo ni idea de cual es tu opción, simplemente que estás cabreado con alguien, jejeje

Jorge Luis dijo...

Muy buena la reflexión. Realmente tiene bastante lógica si piensas en el sentido de la huelga, que es parar para reflexionar sobre el por qué y cómo de la producción. Si fuera profesor, al final les haría cuestionarse el sentido de estudiar, del instituto como vía de inserción en el mercado o formación integral; y su capacidad de participación en todo ello.

Desde luego, en los sectores adecuados y para quien pueda plantearse una huelga de celo (quien trabaje con su pareja por ejemplo), también es buena idea.

lorenzo meler dijo...

Muy bueno lo de la huelga de celo, jejeje.

La cuestión está en que cada uno desde su sector vea cual es la mejor forma de protesta. La huelga entendida como la entendemos ahora, puede ser interesante para los de transporte por ejemplo, pero hay otros sectores que deberíamos ser más creativos.