13 abril 2019

Cómo llegar a la cúspide de Maslow pegando carteles electorales

COMPARTE»»
Después de cuatro años, he vuelto a hacer una de esas cosas que, en un principio dan mucha pereza, pero que en cuanto te pones emocionan.

Ahí estábamos, un reducido número de personas (no más de diez) las que nos juntamos pegando carteles para las elecciones generales de 2019, colaborando entre gentes de tres partidos diferentes para que los carteles se vieran bien y estuvieran al gusto de todas.

Es un buen momento para hablar con algunas que sólo ves cada cuatro años. Una situación política que no habíamos vivido nunca, con tantos partidos con posibilidades de gobernar, con extremos que asustan y que las mas mayores les recordaba a tiempos pasado que querrían olvidar.

Como siempre, con alegría, emoción y luego un café. A sabiendas que somos pocas, que luchamos contra la marea mediática, contra los intereses de los poderosos,... lejos de una lógica desesperación, parece impulsarnos hacia un estado emocional tan bonito y tranquilizador que, más que una lucha, parece una terapia en la que nos elevamos a la cúspide de la pirámide de Maslow (la autorrealización).

Así, mientras me pringaba de cola, vigilábamos a mis hijos mientras jugaban, nos reíamos de lo guapo que es nuestro candidato y contábamos batallas de otros años, resulta que, sin darnos cuenta ni buscarlo, hemos conseguido crecer como personas. Ahora ya sólo nos falta que no nos creamos que nuestra verdad es la única verdad. 

0 comentarios :